A vida é boa.

Cómo me hace de bien escribir.

Cómo disfruto hacerlo. Sentir que en esta mañana la mano no termina de acostumbrarse al lápiz es una traición a mis ideales. Es el fact preciso que me dice: “Hey, baja las revoluciones y conecta de nuevo con lo que eres, con lo que disfrutas ser”.

 

A veces me entra un afán terrible por salir de Australia, es como aplicar a la realidad ese meme que dice: “Regresenme, ya sé qué hacer”.

Esta mañana me invade ese sentimiento y me ganó la necesidad de sentarme a vomitar sobre el papel para poder entender(me).

 

Esta mañana comienzo a cuestionarme si ya puedo dar por concluida la huida.

-Pausa. A todos los que alguna vez me dijeron “Si te vas es porque estás huyendo”, déjenme les aclaro: sí huí, aunque muchas veces dije “no” y rebusqué las palabras para justificar esa respuesta, la verdad es que sí huí.

Huir sin apagar un incendio fue lo único coherente y sensato que pude hacer. A veces no podemos hacer lo que debemos, a veces solo hay que limitarnos a hacer lo que mejor nos sale; y lo único bueno que yo podía hacer por ese entonces era huir.

 

Retomando, esta mañana comienzo a cuestionarme si ya puedo dar por concluida esa huida y comienzo a recordar lo que en algún momento se sintió y cómo de repente ya no estaba huyendo, solo viviendo.

 

 

… Estoy corriendo sin parar y sin querer mirar atrás, apretando el paso porque algo viene por mí, aunque no sepa qué es, lo puedo sentir, así que no puedo parar ni aflojar. De repente los sentidos se me desvían y mi mente olvida por un segundo que voy en medio de una carrera, es ahí cuando mi yo distraído por inercia mira hacia atrás… Resulta que soy yo, siempre he sido yo.

Fui yo quien se estuvo forzando a correr, fueron mis autoexigencias y el miedo al fracaso lo que me hacía sentir que si paraba estaba mal, fue mi miedo al qué dirán lo que estuvo respirándome en la nuca sin dejarme descansar…

 

 

Esta mañana comienzo a sentir que este camino se va haciendo más angosto, lo que es seña de que está llegando a su fin.

Esta mañana comienzo a recordar las preguntas que en algún momento me robaban la paz y resulta que algunas encontraron la luz del final y otras simplemente dejaron de importar. Hoy encuentro que los miedos son distintos, esos creo que nunca se irán, pero ya no son los mismos que en algún momento me forzaron a abandonar mis caminos.

 

Hoy no creo que tenga todo resuelto, pero me siento muy cómoda con lo que soy ahora, esta version de Camila me hace creer que lo hice muy bien y que ya es momento de darle paso a lo que sigue.

 

Por eso y otros tantos motivos hoy concluyo que este viaje ya no se titula “huida”, así que en apología a la creencia de que el cambio es sano y es bueno, quiero cambiarle el nombre.

Tengo tantos, pero tantos que podría escoger, pero lo mejor y más bonito que he aprendido durante el camino es que la vida es buena.

 

Sí, life is good, y por supuesto a vida é boa.

 

 

 

En honor a mi amiga Tamara Muller del sur de Brasil, quien ha sido mi mayor inspiración y mi mejor maestra para creer que “a vida é boa”, en portugués:

 

Como me faz bem escrever.

Como eu gosto de fazer isso. Sentir que nesta manhã a mão não se acostuma com o lápis é uma traição aos meus ideais. É o fato preciso que me diz: “Ei, diminua o ritmo e reconecte com o que você é, com o que você gosta de ser”.

 

Às vezes, me dá uma vontade enorme de sair da Austrália, é como aplicar na realidade aquele meme que diz: “Me devolvam, agora sei o que fazer”.

Esta manhã, esse sentimento me invade e eu sinto a necessidade de sentar e vomitar no papel para poder entender(me).

 

Esta manhã, começo a me questionar se já posso dar por concluída a fuga.

-Pausa. Para todos que me disseram “Se você vai embora, é porque está fugindo”, deixem-me esclarecer: sim, eu fugi, embora muitas vezes eu tenha dito “não” e procurado palavras para justificar essa resposta, a verdade é que eu fugi.

Fugir sem apagar um incêndio foi a única coisa coerente e sensata que eu pude fazer. Às vezes, não podemos fazer o que devemos, às vezes só temos que nos limitar a fazer o que fazemos melhor; e a única coisa boa que eu podia fazer naquela época era fugir.

 

Voltando, esta manhã começo a me questionar se já posso dar por concluída essa fuga e começo a lembrar o que em algum momento senti e como, de repente, eu já não estava fugindo, só vivendo.

 

 

… Estou correndo sem parar e sem querer olhar para trás, apertando o passo porque algo vem atrás de mim, embora eu não saiba o que é, eu posso sentir, então não posso parar nem relaxar. De repente, os sentidos se desviam e minha mente esquece por um segundo que estou no meio de uma corrida, é aí que meu eu distraído, por inércia, olha para trás… Resulta que sou eu, sempre fui eu.

Fui eu que me forcei a correr, foram minhas autoexigências e o medo do fracasso que me fizeram sentir que se eu parasse estaria errado, foi o medo do que os outros diriam que estava me respirando na nuca sem me deixar descansar…

 

 

Esta manhã, começo a sentir que este caminho está ficando mais estreito, o que indica que está chegando ao fim.

Esta manhã, começo a lembrar as perguntas que em algum momento me roubavam a paz e resulta que algumas encontraram a luz no final e outras simplesmente deixaram de importar. Hoje, os medos são diferentes, acho que nunca irão embora, mas já não são os mesmos que em algum momento me forçaram a abandonar meus caminhos.

Hoje, não acho que tenho tudo resolvido, mas me sinto muito confortável com quem sou agora, esta versão de Camila me faz acreditar que fiz um bom trabalho e que já é hora de dar espaço para o que vem a seguir.

 

Por isso, hoje concluo que esta viagem já não se chama “fuga”, então, em apologia à crença de que a mudança é saudável e boa, quero mudar o nome. Tenho tantos, mas tantos que eu poderia escolher, mas o melhor e mais bonito que aprendi durante o caminho é que la vida es buena.

Sim, life is good, e claro, a vida é boa.

 

 

 

-CC

Escribiendo una mañana de sábado con el mar en frente…

Gold Coast, Australia.

 

 

 

 

 

 

 

 

1 comentario en “A vida é boa.”

  1. Leerte me llena de inspiración y anhelo, todos deberíamos poder llegar a ese punto de nuestra vida en la que estamos conformes con nosotros mismos y sabemos que lo que viene no es perfecto pero es lo que debemos hacer.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *