Cosas banales que sí importan

 

Parece que me estoy volviendo experta en esos amores que no llegan a amores, que son un “casi”, pero no.

Es que no saben las historias que tendría por contar si damos click ahí.

 

El corazón es eso que no termina de acomodarse, y no es la primera vez que lo escribo.

Me aturde un poco caer en esa carrera interminable de encontrar unos ojos que me miren, una boca que me bese, unos brazos que no me suelten.

 

Me sigo equivocando, pero cada vez me toma menos tiempo chasquear los dedos y decir:

“por aquí no es”. 

 

Ojalá aprender ciertas cosas nos tomara menos errores.

Mi error, repetido una y otra vez, ha sido no saber aceptar los “no” como respuesta.

 

A veces nos rompen el corazón y, a veces, nos lo rompemos nosotros mismos. Creo que de eso último he sido responsable más de una vez.

 

Me pido perdón por las veces que he asumido un “no” como un desafío; por esas veces en las que la falta de reciprocidad de un hombre me ha llevado a querer demostrar mi valor y lo que soy. 

 

Creo que estoy buscando en el lugar equivocado y, de paso, estoy buscando algo que no necesito. Sentir inconscientemente el deseo de burlar la soledad es la prueba fehaciente que me dice “no estás lista” y “no es esto lo que necesitas vivir ahora.”

 

El amor no se persigue, el amor no es difícil.

Quisiera decirles que no me desvela el hecho de sentir que va a ser muy difícil enamorarme otra vez… pero sí, si lo pienso mucho.

 

Y cuando estoy en medio de esa nube de mil pensamientos, dándole vueltas a esto, recuerdo todas las cosas que están esperando por mi atención: familia, amigas, proyectos, mi escritura… 

Respiro profundo y lo suelto, doy tres pasos pal’ ladito y, todo, desde afuera parece menos grave.

 

Bueno, esto… dentro de cosas banales que sí importan.

Estamos de acuerdo que hay cosas mas graves, ¿no?.

 

El amor va a llegar, y quiero que me encuentre feliz, escribiendo, siendo yo misma y sin pretensiones.

Va a llegar, y espero que, en lugar de hacerme correr tras él, venga, me ayude a respirar lento y se siente conmigo pa’ tomarnos el cafecito de la tarde.

 

 

 

 

-CC

Gold Coast, Australia

Porque hoy escribimos desde aquí, mañana no sabemos.

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